«No alcanza con matarlo: destruilo»
El tiempo pasa. Me mantengo sentado en el suelo, con la espalda apretada contra la puerta. Ruido blanco: las gotas contra el techo, los truenos y, de vez en cuando, […]
El tiempo pasa. Me mantengo sentado en el suelo, con la espalda apretada contra la puerta. Ruido blanco: las gotas contra el techo, los truenos y, de vez en cuando, […]
8 de julio de 2027 Los últimos tres días fueron aterradores. Tengo un par de horas muertas hasta reunirme con Damián en la barricada del ejército. Pensaba dormir. Pero me
De más está decir que fui incapaz de frenar el bote, que se dio de lleno contra las rocas de la costa. El impacto abrió una brecha en el casco
Bahía Blanca, 1 de julio de 2027. Probablemente sean las siete de la mañana. No puedo decirlo a ciencia cierta, porque la hora del reloj digital de la mesa de
Cedo y vomito sobre el mar. Me sobresalto cuando siento la mano de Héctor sobre mi hombro. Lo miro avergonzado de mí mismo y me apresuro a recomponerme. —No pasa